El pasado domingo tuvo lugar la IV Exaltación Joven al Dulce Nombre de María, exaltación que organiza el Grupo Joven de nuestra Hermandad haciéndola coincidir con el besamanos de nuestra titular.
Este año dicha tarea ha recaído en el joven D. Arturo Borrero Ortega, quien ostenta desde hace escasamente unas semanas la presidencia del Grupo Joven de nuestra Hermandad.
Desde estas líneas solo podemos agradecer a nuestro hermano las palabras tan bellas que dedicó a nuestra titular y que causaron la emoción de todos los presentes en casi la totalidad de la exaltación por no decir que lágrimas de emoción recorrieron nuestras mejillas durante todo el tiempo que duró la misma.
Os dejamos una pequeña parte del mismo. Gracias hermano.
Quiero exaltarte María,
quiero expresar lo que siento,
junto a mis seres queridos
decirte cuanto te quiero.
Vengo a este atril, Madre mía,
no a contarte un sueño,
sino a decirte piropos
lo mejor que atine mi verso.
Quiero ofrecerte todo
lo que dentro de mí habita,
darte gracias pues te debo
cuanto tengo en mi vida.
Sé que no soy nadie,
uno más de cuantos te quieren,
pero Tú lo has querido Madre,
y por eso aquí me tienes.
Te ofrezco rosas blancas,
una por cada sentimiento,
que en este hermoso día
pueda lanzar a los vientos.
No pueden hacer más que florecer
y ofrecerle su fragancia,
a la que es la flor más bella
del jardín de la elegancia.
La de la eterna sonrisa,
la más dulce de las madres,
aquella que alivia mis penas
y convierte el llanto en cantares.
Tú que eres Señora,
abogada de todos los males,
que proteges a tu pueblo
por más que los tiempos pasen.
Guíame por los caminos,
contagiándome tu sonrisa,
deja florecer en mi tez
el sonrosar de tus mejillas.
Que sea el brillar de tus ojos
el faro que alumbre mi vida,
que jamás me separe de ellos
en el resto de mis días.
Y cuando llegue la hora
mi alma grite a porfía,
que como Tú no hay otra,
Dulce Nombre de María.
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