Fue construida en 1938 y decorada en 1953. Las obras de albañilería corrieron a cargo de D. Antonio Sola y dirigidas por D. Manuel Pineda Calderón. Las obras de decoración fueron realizadas por D. Manuel Pineda Calderón y D. Manuel Silva Álvarez.
Las obras de construcción así como de la decoración actual fueron costeadas por D. Rafael Beca Mateos y su esposa Dª Salud Gutiérrez. La anterior decoración en rojo de la capilla fue costeada por D. Diego García Lara.
Se trata de la Capilla contigua a la puerta de la lonja del Templo. Anterior a los incendios de 1936 se trataba de la Capilla bautismal y desde la reapertura del templo en 1940 hasta 1946, una vez finalizada la reconstrucción total del templo, sirvió de capilla sacramental. Durante ese periodo permaneció la capilla sin decorar y pintadas sus paredes imitando damasco rojo. Interiormente está formada por una primera parte cubierta por una cúpula de media naranja y una segunda zona destinada al presbiterio.
La cúpula está dividida en ocho partes que contienen las siguientes escenas:
- Nacimiento de la Virgen
- Desposorios Místicos con San José
- Anunciación
- Visitación
- Nacimiento de Jesús
- María al pie de la Cruz
- Tránsito de la Virgen
- Asunción al Cielo
Se completa todo con abundante decoración floral.
En las pechinas de la cúpula aparecen unas enormes cartelas donde se representan cuatro personajes de cariz mariano: San Bernardo, S. Cirilo de Alejandría, Pio IX y Pio XII. El techo del presbiterio muestra al centro un óculo de estuco en el que se inscribe el anagrama de María coronado entre resplandores y nubes. Los falsos lunetos se completan con grandes carteles que acogen escenas de grupos angélicos que llevan flores a la alegoría central del Nombre de María.
El anillo de la media naranja está sostenido por cuatro arcos entre los que quedan las pechinas antes mencionadas. Tres de estos arcos se ciegan al estar ocupadas por las paredes laterales y la de la entrada, quedando el cuarto como entrada al presbiterio. Las paredes laterales tienen tres partes: una baja ocupada por azulejos neomudéjares con diferentes diseños, son el único resto que queda de la anterior decoración de la capilla previa a 1953. Sobre ello se alza el muro decorado a imitación de damasco celeste al derecho y revés, intercalándose en los paños. El semicírculo que queda hasta completar el arco de medio punto está decorado con unas ventanas (la que da al muro de la capilla de ánimas es pintada imitando una real) y a sus lados parejas de angelotes juguetones que portan flores y otros atributos marianos entre nubes.
Entre los años 1993 y 1994 se restauró la capilla, limpiando totalmente las pinturas que la recubren, se reacondicionó la solería, adelantando un poco los escalones del presbiterio para facilitar las ceremonias litúrgicas, y se renovó la iluminación. Todas estas reformas fueron posibles gracias a la aportación desinteresada de D. Isidoro Villalba, asesor de la iluminación, D. Manuel Díaz Castillo y su hijo D. Manuel Díaz Aguilera en la parte técnica de iluminación y D. Manuel García Fernández, técnico en restauración de Bellas Artes, así como muchos hermanos que contribuyeron con su esfuerzo personal.
RETABLO DE LA VIRGEN
De 1940 se trata la primera concepción del mismo. En 1953 podemos fechar el actual. Fue diseñado por D. Manuel Pineda Calderón y tallado en los Talleres Bracho en Sevilla.
Se trata de un retablo de madera dorada con motivos policromados. El primer retablo constaba de un gran arco de medio punto sobre pilastras adaptado al muro de fondo de la capilla. Todo este cuerpo del retablo descansa sobre un plan de altar “de panza” que lleva tallado en su frente el anagrama del Dulce Nombre de María. El frente del cuerpo central está dividido en cinco recuadros, los dos exteriores más sobresalientes, otros dos retranqueados y recuadrados con cajas en las que se colocan en relieve tallado unos jarrones con ramilletes de flores talladas y estofadas; y en el central, también adelantado, el sagrario con una puerta de arco de medio punto decorada con una buena copia del Niño Jesús del Buen Pastor de Murillo, obra también de Pineda Calderón. Se remata este banco por moldura corrida en forma de gola. En este primer retablo el fondo era un gran panel liso, dorado, en cuyo centro se colocó un sencillo dosel formado por el dosel propiamente dicho (actualmente lo posee la Hermandad Salesiana de la Oración en el Huerto a quien nuestra Hermandad donó como retablo para su titular) y un fondo simulando un damasco floral. A los laterales del dosel se encuentran dos ménsulas de talla, conservadas en el actual. Así fue el retablo hasta 1953 que se realizó su reforma. Dicha reforma consistió en la retirada del dosel para escavar en su lugar una hornacina en el grueso del muro exterior. El camarín está formado por cuatro estípites, dos delanteras y dos traseras que soportan una bóveda de medio cañón con falsos lunetos. El frontispicio del camarín adapta su arco al perfil de la bóveda de medio cañón que cubre este espacio. Presenta un frente muy áureo, cuyo perfil exterior lleva una primera parte vertical, una segunda en gran escocia y las cornisas, para albergar el remate a modo de ático. El remate consiste en una gran cartela apergaminada, cuyo interior está totalmente ocupado por un medallón, en el que puede leerse el lema de la Hermandad, en letras rojas en relieve, CHARITAS. A ambos lados figuran unos angelotes semidesnudos, en actitud tenante, obras también del escultor D. Manuel Pineda Calderón.
Galería de detalles de la capilla de Nuestra Señor del Dulce Nombre: